IV Jornadas de Bibliotecas escolares de las Islas Baleares
0El pasado miércoles 2 de marzo, se inauguraron en Palma las IV Jornadas de Bibliotecas escolares de las Islas Baleares. Las tres anteriores jornadas se habían celebrado consecutivamente el 2009, 2010 y 2011. Han tenido que pasar cinco años porque los docentes interesados en esta herramienta de apoyo al aprendizaje se pudieran volver a encontrar y compartir experiencias.
La jornada, La jornada, que se repetirá otros días del mes de marzo en Ibiza y Menorca, se inició con una conferencia de Teresa Mañà, elaborada conjuntamente con Mònica Baró, titulada Biblioteca i educació: una aposta de futur que ponía de manifiesto las oportunidades y las amenazas que padecen las bibliotecas escolares en el escenario actual de la educación.
Según las ponentes, la situación de las bibliotecas escolares es tan precaria como siempre, pero con la entrada de las tecnologías a los centros y el interés por la innovación pedagógica que muestran los docentes, esta situación puede cambiar si la biblioteca sabe adaptarse. Y la adaptació pasa, en primer lugar, para transformarse en biblioteca digital, accesible desde cualquier lugar y a cualquier hora. En segundo lugar, la supervivencia de nuestras bibliotecas tendrá que ver con su papel formativo, ayudando el alumnado y el profesorado a conocer y usar la información. Otros cambios afectarán el espacio y los servicios. En definitiva, adaptarse o quedar reducidas a la promoción de la lectura, función importante pero que no tiene que ser la única si queremos unas bibliotecas escolares integradas en la docencia.
Que hay posibilidades de cambio se puso de manifiesto en la sesión dedicada a la presentación de experiencias. Cuatro escuelas de primaria y tres institutos explicaron como se lo hacían para tener bibliotecas, porque funcionaran y porque se usaran. De la sesión se podían extraer datos esperanzadores, como por ejemplo la presencia de tres centros de secundaria, dato positivo si tenemos en cuenta que las bibliotecas de los IES acostumbran a ser ausentes en los encuentros sobre este tema. Otro buen indicio: a las populares actividades de dinamización de la lectura algunos centros han sumado la realización de actividades relacionadas con la busca y uso de información. Por el contrario, preocupa ver el grado de voluntarismo existente todavía para adecuar los espacios de las bibliotecas o la frustración que significa tener bibliotecas en buenas condiciones abiertas sólo en las pocas horas de recreo.
Esperamos que el Plan de apoyo a las bibliotecas escolares que pone en marcha el Servicio de Innovación Educativa de la Consejería de Educación y Universidad sirva para impulsar el cambio en las bibliotecas escolares.