Seierstad, Åsne. El llibreter de Kabul. Trad., Carles Sans. Barcelona: Edicions 62, 2022. 332 p. (El balancí; 480). ISBN 978-84-297-8031-4. 19,90 €.

Åsne Seierstad és corresponsal de guerra. Nascuda a Noruega, ha fet reportatges a Kosovo, Txetxènia i Afganistan. Va escriure El llibreter de Kabul l’any 2002, recollint la seva experiència amb el llibreter Sultan Khan i la seva família.

En l’edició de 2022 del llibre, Seierstad afegeix un proemi en què reflexiona sobre la tornada dels talibans al poder i com això ha retornat Afganistan a una de les èpoques més fosques de la seva història (si és que mai n’hi va haver una de lluminosa). Les coses han canviat molt des que Seierstad va escriure el llibre, i malauradament, no per millorar.

Baron, Naomi S. How we read now: strategic choices for print, screen, and audio. New York: Oxford University Press, 2021. XI, 284 p. ISBN 978-0-19-008412-7.

Naomi S. Baron es una lingüista americana que ha dedicado gran parte de su vida a desentrañar los problemas del lenguaje y la lectura en el entorno digital, con trabajos pioneros desde los primeros momentos del desarrollo de la red hasta investigaciones más recientes como la que ahora comentamos. Su obra Always on: language in an online and mobile world, publicada en 2008 por Oxford University Press, ganó el premio English-Speaking Union’s HRH The Duke of Edinburgh ESU English Language Book en el año 2008. Con posterioridad publicó, también en Oxford University Press, Words onscreen: the fate of reading in a digital world, obra de 2015, que se puede considerar un precedente de How we read now, en tanto que está animada por la mismas preocupaciones y algunas de las hipótesis que se desarrollan con más detalle en el título de 2021. Por ejemplo, en el desarrollo del concepto de «affordances», entendidas como las propiedades inherentes a los diferentes medios que propician su uso en virtud de estas. En este sentido, habla de las «affordances» de lo impreso y de lo digital, y plantea una interesante hipótesis que, en cierto modo, contesta en su obra posterior: ¿Tienen los lectores sus propias «affordances» que los inclinan hacia un tipo de lectura u otro?