Iturbe, Antonio; Lafebre, Jordi. Cinquanta moments literaris. Trad., Xavier Solsona. Barcelona: Bridge, 2017. 179 p. ISBN 978-84-16670-17-8. 24 €.
«[…] escolta, Gabo, ara només faltaria que la novel·la fos dolenta».
Gabriel García Márquez se encerró durante 14 meses para escribir su obra cumbre Cien años de soledad. Iba tirando económicamente con los ahorros que había obtenido de premios por libros anteriores. Mercedes, su mujer, no quería importunarlo con temas de dinero mientras escribía, y se apañaba como podía para tirar de la casa y de sus hijos. Cuando al fin tuvo el manuscrito acabado, se dirigieron a Correos y allí les pidieron 82 pesos para enviar los folios. Como solo llevaban 50 pesos, tuvieron que empeñar varias cosas. Cuando salieron por fin de la oficina de Correos habiendo enviado el manuscrito a la Editorial Sudamericana de Paco Porrúa de Buenos Aires, Mercedes se quedó mirando a su marido y le dijo: «escucha, Gabo, ahora solo faltaría que la novela fuera mala». Nada más lejos de la realidad, por suerte.
Este y otros 49 momentos literarios, curiosidades de autores y sus trabajos, y más, los podemos encontrar en este curioso y vivaz recopilatorio llamado Cinquanta moments literaris.
Es un paseo por orden cronológico por momentos literarios reales, curiosos, divertidos, tristes... Sabremos por ejemplo que el Frankenstein de Mary Shelley nació de una tarde literaria de tormenta, cuando una joven Mary, con 19 años, junto a su futuro marido y un amigo de ambos están pasando la tarde borrascosa y se les ocurre que podrían contar una historia de terror para ver quién asusta más con su cuento. Ella se retira a descansar unas horas, no sabe bien cómo puede sorprender a estos dos famosos escritores, y durante el sueño en el descanso, la mente le dibuja lo que más tarde será su famosísimo Frankenstein. Ni que decir tiene que ganó ella, ¿no?
Conoceremos al Miralles que dejó escapar al falangista Sánchez Mazas y que retratará Javier Cercas en su conocida Soldados de Salamina. Gracias a que Roberto Bolaño en ese momento trabajaba como guardia en un camping, en turno de noche, y gracias a sus charlas con Miralles, confirmará que él lo que quiere es ser escritor. La historia que le cuenta Miralles a Bolaño, años después la conocerá Cercas, por su amigo Roberto y ahí nacerá Soldados de Salamina.
En este recorrido por los 50 momentos literarios conoceremos escritores, pero conoceremos sobre todo lo que no se ha explicado en ningún otro sitio, sabremos más de ellos, pero también sabremos detalles, anécdotas, curiosidades que nos harán verlos con otros ojos, que nos harán posiblemente sentirnos más cómplices, más cercanos a ellos. Son solo 50 momentos literarios, pero 50 estupendos momentos literarios planteados con mucho gusto por Antonio Iturbe y decorados muy acertadamente por Jordi Lafebre. Pasaremos de puntillas por pinceladas literarias en la vida de ‒entre otros‒ Jane Austen, Ramon Llull, Cervantes, Victor Hugo, Edgar Allan Poe, Alexandre Dumas, Virginia Woolf, Mercè Rododera o David Foster Wallace.
Entraremos también en el salón de Borges, donde Alberto Manguel se sienta frente a él para leerle los libros que le pide, aunque los tenga más que releídos. Borges no ve y necesita quien le lea. Él escoge la lectura del día y Alberto lee con verdadera pasión y respeto. Una noche, tras la lectura y cuando ya marcha, el maestro Borges sentencia una frase que él guardará como un regalo muy valioso: «el escritor es aquel que escribe lo que puede; pero el lector, en cambio, lee todo lo que quiere». Manguel se convertirá años después en un aclamado crítico literario y en el experto mundial más prestigioso de la historia de la lectura.
Personalmente es un libro que te deja con ganas de más, que te despierta la curiosidad y el ansia de seguir espiando por la mirilla, ganas de cotillear, de curiosear, de aprender, de saber más y más... Se hace corto ¡¡¡necesitamos más momentos literarios!!!
Patricia Luzón
De la 5.ª promoción de la Escola de Llibreria
Podeu fer-hi un tast de les primeres pàgines de l'obra.
Afegeix un nou comentari