Sapiro, Gisèle (comp.). Las contradicciones de la globalización editorial. Trad., Jaime Velásquez. Bogotá: Universidad de Los Andes, Ediciones Uniandes; Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara, 2019. 443 p. (La biblioteca editorial). ISBN 978-958-774-910-6. 25 €.
De que el nuestro es un mundo complejo e interconectado no debe quedar ya ninguna duda, sobre todo a la luz de los eventos transcurridos en los últimos dos años. Una civilización global trae con ella una variedad de ventajas, pero lo mismo debe decirse sobre sus desventajas. Para quienes tienen cierta sensibilidad al espíritu de los tiempos no es difícil ver que las cosas ya no son tan sencillas como lo eran antes, y por antes nos referimos a poco más de una década. Este sentir, que para muchos puede parecer trillado ‒ese Zeitgeist del que les encanta hablar a los estudiantes de los primeros cursos de filosofía‒ nos parece una obviedad solo en virtud de que nadamos todos los días entre sus aguas.
Hoy se da por hecho que las cosas son como son y es difícil pensar que alguna vez pudieron haber sido diferentes. La vida siempre ha tenido sus dimensiones trágicas y funcionales, pero nuestra actual manera tan despreocupada de ser, con su abundancia de caprichos, bienes y servicios, es un desarrollo relativamente reciente en la historia de la humanidad. Salvando las distancias con la nobleza y las clases comerciales y guerreras, la experiencia vital del individuo común y corriente fue relativamente la misma a lo largo de los siglos. Una penosa cadena de trabajos y rutinas que rompían la espalda y la voluntad, con escaso tiempo libre para el juego, el descanso y la contemplación, tal vez aligerada de vez en cuando por una innovación tecnológica por aquí, alguna reforma campesina por allá, el reconocimiento de derechos trabajadores por acá. El camino hacia una sociedad puramente moderna, con su sueño de comodidad y consumo, comenzó a gestarse con la revolución científica del siglo XVII, cuando Galileo observó por primera vez a través de un telescopio, pero no tomó forma y velocidad sino hasta la industrialización del XIX.
La globalización era solo cuestión de tiempo, pues está implícita en el diseño de la carrera industrial. Esta trajo no solo cambios radicales a los ritmos de la vida, tan radicales como los que vemos hoy con la revolución digital, sino también modificaciones a la manera en la que se produce y distribuye la cultura.
Una producción global de la cultura implica una parcela de territorios con sus diferencias lingüísticas y estéticas, políticas y de pareceres, así como vínculos y rivalidades históricas que, en lugar de armonizar el proceso, lo llenan de dificultades. Son estas últimas a las que Gisèle Sapiro ha tratado de comprender con los ensayos que se reúnen en Las contradicciones de la globalización editorial, publicada en conjunto por la Universidad de los Andes y la Universidad de Guadalajara (México), y con traducción del francés por Jaime Velásquez.
Se trata de un compendio de ensayos que ponen la mira en asuntos variados, pero que comparten algunas similitudes. Desde el negocio de las traducciones y la primacía de ciertas lenguas (el inglés), hasta la homogeneización de los grandes grupos editoriales versus la especialización de las pequeñas casas de edición, pasando por la producción física del propio libro, que a pesar de las nuevas herramientas digitales y de impresión continúa siendo un proceso más bien artesanal si se le compara con el de otras industrias de la cultura, como la televisión y el cine. Lo hace todo reuniendo a profesionales y teóricos del sector del libro y la edición que ponen a la vista sus argumentos con ensayos de carácter crítico y especulativo.
Siendo esta la manera en la que está construido Las contradicciones…, la variedad en la exposición es de esperar. Algunos ensayos son de lectura sencilla, casi amena, como es el caso de «Mundialización y diversidad cultural», de la misma Gisèle Sapiro, donde deja en claro algunas verdades un tanto complicadas, por no decir dolorosas, del pastel que se reparte entre los grandes y los pequeños jugadores de la industria editorial. «Mientras que el sector de gran producción está fuertemente racionalizado y profesionalizado ‒escribe‒, con agentes literarios que desempeñan, como lo expliqué, un papel central, la economía simbólica del sector de difusión restringida se caracteriza por una fuerte inversión por parte de los actores (autores, editores, traductores) que participan en él, a menudo, de manera vocacional y desinteresada, y por la búsqueda de beneficios simbólicos o militantes más que económicos» (p. 312).
Otros ensayos son más técnicos y difíciles de descifrar para los no iniciados en los juegos de capa y espada del sector libresco. Hervé Serry, por ejemplo, habla sobre la creación y las complicaciones legales del proyecto «Faire l’Europe» (Hacer Europa), un trabajo conjunto entre Beck Verlag, Basil Blackwell, Crítica, Seuil y Laterza, editoriales de Alemania, Inglaterra, España, Francia e Italia que publicaron una colección sobre la historia del continente. Como anécdota, es una serie de eventos que sorprende por haberse podido llevar a cabo. Como ensayo, se sumerge en cuestiones sobre derechos intelectuales y actividades comerciales que pueden confundir a quienes son ajenos a ellos. Por su parte, Gustavo Sorá ofrece un texto en el que intenta comprender las razones existentes detrás de una aparente problemática en las casas editoriales latinoamericanas, centrando su atención en las publicaciones dedicadas a las ciencias sociales. Se introduce en la historia editorial de América Latina, aportando datos que enriquecen su argumento, pero que no tardan en construir una imagen complicada y paradójica a la que hay que dedicar atención especial si se desea comprender.
Dicho todo lo anterior, estos textos más bien complicados no lo son tanto como para detener la lectura. A fin de cuentas, y por su naturaleza, este no es un libro de deleite rápido. Requiere de tiempo para poder adentrarse en él, además de la reflexión que siempre es necesaria para poder digerirlo y comprenderlo. Cada uno de estos ensayos cuenta con bibliografía y referencias extensas que cualquiera puede consultar, lo que hace de Las contradicciones… un libro muy completo en cuanto al alcance de sus intenciones.
En cuanto a su estructura, está dividido en tres partes. La primera, «Mutaciones del mercado del libro», estudia cómo la globalización ha influido en las prácticas de la industria, vista desde una rúbrica internacional. Esto ha sido posible solo gracias a la manera en la que los grandes grupos editoriales se han repartido el mundo, muchas veces en detrimento de los actores pequeños, a quienes no les queda otra opción más que ser absorbidos o encontrar maneras creativas de mantenerse sobre las aguas.
La segunda parte, «Estrategias editoriales», habla sobre la especialización que ha sido necesaria para que algunos editores puedan mantener su identidad e independencia ante la homogeneización de un proceso globalizador. Esto se hace patente gracias a la aparición de proyectos especiales (como el mencionado «Faire l’Europe»). También a pequeñas casas que se especializan en temáticas muy específicas, o en la publicación de títulos escritos en alguna lengua específica o región determinada, creando así una imagen y sello de marca (a nivel de España, podemos pensar en editoriales como Impedimenta o Acantilado).
«Edición y traducción» es la tercera parte con la que Gisèle Sapiro cierra su proyecto, y es tal vez la sección más globalizada de todo el libro, pues se enfoca en la lengua. En los detalles que involucran y conciernen a la traducción de textos, sobre todo en estos tiempos en los que la lengua inglesa sigue dominando sobre las demás. Una lengua que no solo se eleva en cuanto a su peso cultural y comercial, sino también en la toma de decisiones sobre qué y cuáles títulos se traducen, haciendo a un lado la diversidad lingüística y literaria de otros sectores cuya representación, en el ámbito internacional, sigue siendo escasa. Sobre esto último, resalta el ensayo de Elżbieta Skibińska sobre los cambios que experimentó el libro al este de Europa, luego de que el control político se viniera abajo en 1989.
Con Las contradicciones de la globalización editorial Gisèle Sapiro ha intentado aproximar al lector a algunas de las complicaciones que se encuentran por detrás de los libros que disfrutamos. Asuntos en los que no pensamos cuando vamos a una librería a escoger cualquier título que llame nuestra atención. Así como la industrialización y su expansión globalizadora han traído nuevas sutilezas a la vida del individuo promedio, sutilezas que hace menos de un siglo eran inexistentes, el mismo proceso ha ocurrido en la industria del libro. A pesar de su grueso, Las contradicciones… no pretende ser un documento definitivo, mucho menos totalmente esclarecedor. Más bien, su interés está en acercar la mirada a cuestiones que nos son subterráneas a los profanos, pero que se encuentran muy presentes en la práctica diaria de los iniciados.
J. Antonio Tamez-Elizondo
De la 6.ª promoción de la Escola de Llibreria
Afegeix un nou comentari