Corubolo, Alessandro; Tavoni, Maria Gioia. Las imprentas nómadas: artefactos, conspiraciones y propaganda. Trad., Nora Sforza. Buenos Aires: Ampersand, 2019. 316 p. (Scripta manent; 19). ISBN 978-987-4161-30-7. 20 €.
Las imprentas nómadas es un libro singular por su enfoque y contenido al centrarse en las imprentas viajeras, de camino, en movimiento y alejadas de la idea de una maquinaria fijada a suelo y techo. Unas imprentas no encasetadas en los edificios y oficios artesanales, como parte del entramado urbano y de los espacios de vida de los maestros y oficiales de imprenta. El libro aborda con originalidad e interés un recorrido por esas otras imprentas, que sirvieron a mil causas y a diversos intereses, pero que tuvieron en común salir de sus espacios previsibles, montadas en vagones o viajando en carros, escondidas en sótanos, al servicio de la guerra o de la rebelión.
La diversidad de casos es uno de los aspectos más fascinantes, al mostrar la versatilidad de las prensas para adaptarse a los usos de los conspiradores o los rebeldes. Es quizás una evidencia de la intrínseca conexión con las políticas de lo impreso y de las estrategias de comunicación, que podemos ver más allá de los establecimientos fijos, revelando el trasvase de los impresos a los tiempos excepcionales, de la fiesta a la batalla. Los dos autores, con amplias trayectorias en la historia del libro, abordan este ensayo desde una perspectiva global, acometiendo la complejidad de un fenómeno que incluía desde máquinas de imprimir montadas en trenes a modestas máquinas de salón que podían ocultarse fácilmente. Algunas de las pequeñas prensas clandestinas que describen los autores podían imprimir breves textos y con notables limitaciones técnicas, pero provocaban reacciones al dar a conocer pasquines, versos con críticas al poder y panfletos. Imprentas que podían ocultarse, llevarse de un lugar a otro, escapando del control, un aspecto relevante en sociedades en las que hubo notables limitaciones a la libertad de prensa y de imprenta.
Aunque también el libro atiende a otros fenómenos, como el impreso en tiempos de fiesta, con las imprentas formando parte de carros festivos y celebraciones. En estos casos se revela la participación de impresores en los actos callejeros de recepciones, ceremonias y ritos urbanos. Los autores se ocupan de rastrear carros votivos con tórculos y prensas que reparten impresos, revelando el servicio de las imprentas a las causas políticas y religiosas. Estos fenómenos que hacen visible las maquinarias instaladas sobre carros, o barcos en el caso veneciano, y son reveladoras del contraste entre el orden cotidiano y estos momentos de celebración de la fiesta. Los autores logran reunir casos realmente singulares, que contrastan con los capítulos sobre las prensas clandestinas, revelando la cara y la cruz de los usos de las imprentas.
La propaganda sobre carriles, los periódicos impresos en los navíos y las prensas instaladas en los aviones ocupan el capítulo cuatro centrado en la casuística de la propaganda, especialmente la ligada a la guerra y el ocio, en el período que va de la Revolución Rusa al triunfo del viaje transatlántico en cruceros. Es fascinante el recorrido por las nuevas estrategias de difusión para las masas que fueron comunes en tiempos de paz y batallas, con un hilo conductor común en la necesidad de difundir periódicos y hojas volantes. Los autores inician el recorrido con el periódico V puti (En camino) publicado en el tren blindado de León Trotski que recorría en 1918 las vías rusas para difundir los ideales revolucionarios, o la imprenta visitada por Antoine de Saint-Exupéry en 1935 que se instaló a bordo de uno de los mayores aviones rusos para difundir la propaganda en tiempos de Stalin. Aunque quizás al lector le sorprenda notablemente el uso de prensas en navíos, un aspecto menos conocido y que se inicia, por lo que sabemos, en 1694 en un nave capitana francesa que editó una hoja volante con el Orden de marcha y de batalla, un aspecto que choca con la participación de los pasajeros en la elaboración de textos para los periódicos de a bordo de otros viajes, desde los casos de exiliados al turismo transatlántico. El mundo de posibilidades de las nuevas maquinarias en estos transportes resulta, sin duda, revelador de la potencialidad de las prensas para difundir mensajes y movilizar, un fenómeno que conocemos bien en las redes sociales de hoy en día, pero que adelanta el mensaje fluido, móvil y cercano al lector de las imprentas nómadas.
Los diarios de campaña, de trinchera o de reclusión ocupan uno de los capítulos, con especial interés por las publicaciones periódicas italianas de la Primera Guerra Mundial. Una parte de estos textos se alinean con la propaganda patriótica, pero resaltan algunos casos realmente singulares en los que los propios soldados participan, ayudando con los textos, las ilustraciones y el propio manejo de la maquinaria, siempre escasa y sin apenas materiales para producir los escasos números que se editaron en Italia. Los autores aciertan al analizar tanto aspectos de fomento del espíritu de trinchera como otros menos conocidos, centrados en dar consuelo y alivio a las esperas y las dudas sobre la vida en el frente, o en los tiempos en los que los prisioneros de guerra viven la reclusión y reflejan sus inquietudes, como en L’eco del prigioniero (El eco del prisionero).
Las relaciones con la censura de los poderes políticos también alcanzó a estas prensas de mano, etiquetándose como imprentas clandestinas cuando chocaban con los intereses de los gobiernos. El análisis del capítulo sexto se centra en una panorámica de las acciones represivas centradas en este tipo de tórculos móviles, pero no resulta fácil encontrar un guion común para los territorios europeos. Los autores inician el recorrido con el libelo del sueco Peter Forsskål en sus Tankar om den borgerliga friheten (Pensamientos sobre la libertad civil, 1759). Ahora bien, los autores se ocupan de las prensas como medio de conspiración, al servicio de diferentes causas que chocaban con las leyes monárquicas y las encíclicas papales, como la de Gregorio XVI (1832) en Italia. Las imprentas volantes y las proclamas fueron a la par que se difundían idearios revolucionarios que pasaban por la clandestinidad para lograr difundirse. El capítulo aborda estos aspectos con personajes clave de las revueltas desde la entrada de las tropas napoleónicas hasta la unificación italiana, ofreciendo una panorámica rica de matices sobre la propaganda política.
El libro logra interesar al lector al recorrer fenómenos poco conocidos del mundo de la imprenta, con una mirada amplia cronológica y temática, que favorece un caleidoscopio de casos desde la temprana edad moderna al mundo contemporáneo. Es una de las cualidades del libro, que se deja llevar por los usos distintos de las máquinas portátiles de imprimir, desde la guerra y las trincheras a los campos de concentración, o desde la clandestinidad a la cárcel, de tal modo que el mundo del impreso engarza con prácticas culturales diversas. En algunos casos nos encontraremos con impresores al servicio del poder, pero en otros como medio de difundir proclamas, panfletos e ideologías políticas diversas, desde el anarquismo al feminismo. Un recorrido que no deja indiferente, que revela los claroscuros de un arte que permite la expresión y que escapa al control. El libro ofrece esas dos caras, por un lado, de la propaganda clandestina y, por otro, de las redes de comunicación oficial, a través de los productos impresos. Es un aspecto revelador de la notable importancia de los impresos, muchos efímeros, que constituyeron el alimento de la curiosidad de la opinión pública y las ideas.
Pedro Rueda Ramírez
Profesor de la Escola de Llibreria
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