Baron, Naomi S. How we read now: strategic choices for print, screen, and audio. New York: Oxford University Press, 2021. XI, 284 p. ISBN 978-0-19-008412-7.
Naomi S. Baron es una lingüista americana que ha dedicado gran parte de su vida a desentrañar los problemas del lenguaje y la lectura en el entorno digital, con trabajos pioneros desde los primeros momentos del desarrollo de la red hasta investigaciones más recientes como la que ahora comentamos. Su obra Always on: language in an online and mobile world, publicada en 2008 por Oxford University Press, ganó el premio English-Speaking Union’s HRH The Duke of Edinburgh ESU English Language Book en el año 2008. Con posterioridad publicó, también en Oxford University Press, Words onscreen: the fate of reading in a digital world, obra de 2015, que se puede considerar un precedente de How we read now, en tanto que está animada por la mismas preocupaciones y algunas de las hipótesis que se desarrollan con más detalle en el título de 2021. Por ejemplo, en el desarrollo del concepto de «affordances», entendidas como las propiedades inherentes a los diferentes medios que propician su uso en virtud de estas. En este sentido, habla de las «affordances» de lo impreso y de lo digital, y plantea una interesante hipótesis que, en cierto modo, contesta en su obra posterior: ¿Tienen los lectores sus propias «affordances» que los inclinan hacia un tipo de lectura u otro?
How we read now comienza con el prólogo de una de las pioneras y mas destacadas investigadoras sobre la lectura en general y los modelos digitales en particular, la neurocientífica Maryanne Wolf, autora de varias obras emblemáticas en este área como Proust and the squid: the story and science of the reading brain (Harper, 2008) o Reader, come home: the reading brain in a digital world (HarperCollins, 2018). Sus obras se pueden encontrar traducidas en castellano: Cómo aprendemos a leer: historia y ciencia del cerebro y la lectura, publicada por Ediciones B en 2008, que es la traducción de Proust and the squid, y Lector, vuelve a casa: cómo afecta a nuestro cerebro la lectura en pantallas, publicado por Deusto en 2020.[1] Desafortunadamente la obra de Naomi S. Baron no ha corrido la misma suerte, no están disponibles y carecen de traducción al castellano sus obras, sobre todo la última, con un carácter más divulgativo, al estar dirigida no solo a investigadores sino a padres, profesores, trabajadores de la educación y lectores interesados en los cambios que se están produciendo en los modos de leer.
Maryanne Wolf describe en el prólogo las cuestiones fundamentales a las que intenta responder el libro de Baron: ¿Qué medio es mejor para el aprendizaje? ¿Cuáles son los pros y los contras de leer libros en papel versus leer en pantallas? ¿Cuáles son las prestaciones más valiosas para el aprendizaje a partir de medios de audio y video? ¿Cambiará la alfabetización en estos contextos? ¿Aprenderán las generaciones más jóvenes a leer de manera profunda, concentrada y con sabiduría en una cultura digital?
Desde la introducción, Baron plantea los términos del debate en términos muy sencillos, partiendo del planteamiento de que la irrupción de nuevos medios instaura la necesidad de elección entre las posibilidades que la tecnología va incorporando. Además, su importancia se proyecta hacia ámbitos más amplios que los de los investigadores y expertos en prácticas de lectura, abarcando situaciones fácilmente identificables por su proximidad con cualquier lector:
- Eres un padre seleccionando un libro de cumpleaños para tu hijo de seis años. ¿Deberías comprar la versión impresa o el ebook?
- Eres un director de un centro educativo preocupado por si los estudiantes leen con atención cuando leen digitalmente. ¿Qué puedes hacer para apoyar su aprendizaje?
- Es usted un profesor de secundaria y descubre que es más probable que sus alumnos escuchen un pódcast a que lean el artículo equivalente. Se pregunta si importa cómo acceden al contenido.
- Eres un estudiante universitario con un presupuesto limitado. Los libros de texto digitales son más baratos, pero crees que aprendes más de los impresos. ¿Estás siendo nostálgico?
- Eres un profesional que investiga. ¿Cuándo tiene sentido leer materiales en una pantalla y cuándo es mejor imprimirlos?
A pesar de esta pretensión didáctica o divulgativa acerca de las particularidades y uso de cada uno de los medios alternativos al texto impreso, la obra se fundamenta en numerosas investigaciones que la autora va empleando para apoyar, matizar o extender muchas de las afirmaciones que se vierten en la obra. Son investigaciones que, como se verá más adelante, inciden en los diversos aspectos de la lectura digital y del audio, profundizando en sus componentes cognitivos, pero también en los formales, en la medida en que, como sostiene Baron, cada medio entraña ventajas e inconvenientes, y es la disponibilidad del lector la que le confiere mayor o menor prioridad en función de sus objetivos e intereses. De hecho, los títulos de tres de los diez capítulos comienzan con «Lo que nos dice la investigación...». Además, los epígrafes como «Lectura por elección: lo que dicen los números» brindan resúmenes de múltiples estudios académicos con una prolija descripción de las estadísticas, los hallazgos, la metodología y las limitaciones de la investigación, de tal manera que el especialista puede encontrar un elenco de recursos de gran utilidad para proseguir los trabajos exploratorios en esa línea.
La obra consta de cuatro partes y diez capítulos, además de la introducción de Maryanne Wolf:
- Introduction. The new great debate in reading. (El nuevo gran debate en la lectura)
- Part I. Sizing up reading. What’s at stake? (Evaluación de la lectura. ¿Qué está en juego?)
- Chapter 1. What do we mean by «reading» and «reader»? (¿Qué queremos decir con «lectura» y «lector»?)
- Chapter 2. What are you reading? (¿Qué estás leyendo?)
- Chapter 3. Print reading: a gold standard? (Lectura impresa: ¿un estándar dorado?)
- Part II. Reading in print versus onscreen. What’s at stake? (Lectura impresa versus en pantalla. ¿Qué está en juego?)
- Chapter 4. What research tells us: single texts. (Lo que nos dice la investigación: textos únicos)
- Chapter 5. What research tells us: multiple texts. (Lo que nos dice la investigación: textos múltiples)
- Chapter 6. Strategies for effective reading onscreen. (Estrategias para una lectura eficaz en pantalla)
- Part III. Reading with audio. What’s at stake? (Lectura con audio. ¿Qué está en juego?)
- Chapter 7. What research tells us about audio (and video). (Lo que nos dice la investigación sobre el audio (y el video))
- Chapter 8. Strategies for effective reading with audio (and video). (Estrategias para una lectura efectiva con audio (y video))
- Part IV. What’s next? What’s at stake? (¿Qué sigue? ¿Qué está en juego?)
- Chapter 9. Strategizing reading in a digital world. (Elaboración de estrategias de lectura en un mundo digital)
- Chapter 10. The road ahead. (El camino por delante)
El primer capítulo de la obra recoge el pensamiento de Baron sobre los significados de lectura y lector, algo que puede parecer soslayable pero que encuentra su justificación al hilo de las explicaciones que ofrece la investigadora sobre los factores que inciden en los mismos y las características particulares de las nuevas formas de lectura y de lectores, que han ampliado sus fronteras convencionales con el advenimiento de los nuevos medios. Para el desarrollo de sus argumentaciones recurre a diferentes disciplinas implicadas en la articulación de un conjunto complejo e interrelacionado, en el que participan tanto los sentidos del lector como los modos de lectura o los procesos de alfabetización. Se plantea la autora una serie de cuestiones en relación con los cambios experimentados en el proceso de lectura, sobre su naturaleza, preguntándose si estos son introducidos por la naturaleza del texto, la tecnología, o la disposición del lector hacia los medios.
Las tipologías de lectura que establece la autora clarifican algunas de las consideraciones dedicadas a esta y delimitan con precisión el terreno de juego en el que desarrolla sus investigaciones, ofreciendo un modelo de prácticas múltiples que dibujan un escenario complejo y multimodal. En este sentido habla Baron de:
- Skimming (getting the gist) vs scanning (looking for a particular piece of info) vs linear reading (reading continuously)
- Extensive reading (wide range of topics) vs intensive reading (narrow topic)
- One off reading vs rereading
- Paying careful literary attention to the text vs reading analytically
- Deep reading (reading analytically) vs hyper reading (quick skimming, scanning, hyperlinking)
- Linear reading vs hyperlinks (follow online links)
- Single text (reading one document at a time) vs multiple documents (reading multiple documents at a time)
En cada una de las tipologías contrapone formas de lectura propias del ámbito impreso frente a los entornos digitales que introducen modalidades continuistas o disruptivas, según los casos.
En la primera fórmula diferencia entre «skimming», «scaning» y «linear reading», esto es, la lectura para buscar lo esencial (skimming), la lectura de búsqueda de una información particular (scaning) y la lectura continuada (linear reading). La siguiente comparación se hace entre la lectura extensiva y la lectura intensiva. Prosigue con el cotejo entre lectura única y relectura, la lectura centrada en el texto y la lectura analítica, la lectura profunda y la hiperlectura, la lectura lineal y la hipervinculada, para finalizar con la lectura de un texto individual frente a la lectura de múltiples documentos.
La descripción de las diferentes categorías y formas de lectura ya perfila algunas de las cuestiones que se debaten en el resto de la obra, y que han sido investigadas tanto por la autora como por otros especialistas. En la medida en que la lectura digital introduce otras vías de acceso a los contenidos rompiendo, en cierto modo, con la linealidad implícita en los escritos, ¿estamos ante una práctica homologable con la anterior o se está desarrollando un sistema no contemplado en la educación que es preciso abordar desde perspectivas nuevas? Una de las aportaciones más interesantes de Baron en relación con la lectura es la intuición, convertida en hipótesis, de que el éxito de la lectura no depende tanto de las funcionalidades aportadas por los diferentes dispositivos, sino por la predisposición del lector hacia los nuevos medios. Y en este sentido la falta de estímulos sensoriales y motores inherentes en los medios digitales influiría negativamente en los lectores en términos de comprensión y asimilación de los textos. Son los elementos en los que la fisicidad del soporte reviste mayor potencia los que facilitan la identificación y aproximación a ellos por parte de los lectores. El olor de las páginas, la manipulación funcional del objeto, las cubiertas, el diseño, la posibilidad de escribir en los márgenes, de subrayar, etc. establecerían una dimensión afectiva de proximidad inexistente en los textos digitales. De ahí, señala la autora, la preferencia por los textos impresos en la mayoría de los estudiantes investigados.
En realidad, a lo que apuntan estas reflexiones es a una cuestión que aun no ha sido bien resuelta en los entornos digitales, y es la relativa a la traslación al universo digital de experiencias sensorio-emocionales similares a las experimentadas en el ámbito impreso, sobre todo en lo referente a la función de los paratextos como elementos de vinculación afectiva. En algunas plataformas se ha trabajado con las cubiertas, con las intervenciones sobre las obras reproduciendo la experiencia impresa, pero queda un camino por recorrer muy amplio para convertir esas experiencias en equivalentes a las desarrolladas en los contextos analógicos.
El tercer capítulo de esta parte, «Print reading: a gold standard?» (Lectura impresa: ¿un estándar dorado?), describe un conjunto de investigaciones dedicadas a las percepciones de los estudiantes y docentes sobre las mejores estrategias para las prácticas de lectura en relación con el aprendizaje. Se contraponen aquí la lectura superficial y la lectura profunda, y las fórmulas para extrapolar las prácticas de un entorno a otro. Baron utiliza como referente las investigaciones desarrolladas por la profesora noruega Anne Mangen, autora de numerosos artículos dedicados a las nuevas formas de lectura y su incidencia en los diferentes niveles educativos, y responsable de una de las investigaciones más amplias desarrolladas en los últimos años sobre la lectura digital en Europa. Baron, tomando como referencia a Mangen, se introduce en los delicados predios de la comprensión, la concentración y la memorización, arguyendo que la lectura digital entraña operaciones en las que la rapidez, la selección y la navegación dificultan los procesos antes mencionados, aunque, por otra parte, ofrecen el atractivo de la accesibilidad y la usabilidad para estudiantes que empiezan a familiarizarse con los nuevos entornos. De cualquier modo, la autora considera que los medios digitales implican una serie de características y funcionalidades que los alejan de los estándares tradicionales de los textos impresos y precisan por lo tanto sistemas de aprendizaje y acercamiento, elaboración de estrategias nuevas no identificables con las precedentes.
Este último tema se explora mucho más intensamente en la segunda parte del libro, en la que se profundiza en aquellas cuestiones relacionadas con la prevalencia del continente y el contenido en el desarrollo de estrategias de aprendizaje. La lectura en línea, postula Baron, introduce prácticas como la búsqueda, el escrutinio de los textos y la capacidad de síntesis e integración de estos, propios de un entorno multimodal, de textos múltiples que exigen comportamientos y competencias nuevas para una optimización de la práctica con ellos. Y a ello dedica el último capítulo de esta parte, esto es, a exponer aquellos métodos que permitan al lector desarrollar de manera eficaz el conjunto de actividades relacionadas con la lectura digital, tanto de textos múltiples como individuales.
La tercera parte es mucho más breve que las dos anteriores, se centra en el creciente contingente de investigación desarrollado sobre la introducción de un nuevo medio, el audio, en los procesos de lectura, así como sobre la lectura y el aprendizaje mejorados con video. Las plataformas de lectura audiovisual son analizadas de nuevo desde el punto de vista de sus aportaciones para los entornos educativos. Baron describe las similitudes y diferencias de leer un texto y escucharlo, identifica las posibilidades de la lectura de audio y el uso de los modos combinados en diferentes contextos. Las investigaciones desarrolladas sobre los procesos de memorización y aprendizaje en los diferentes formatos, apuntan de nuevo a la prevalencia del medio impreso sobre el audio y el video, a pesar de que estos sean preferidos por los estudiantes en el consumo de contenidos. Aduce Baron que la falta de dispositivos de señalización gráfica, de procedimientos de intervención, como el subrayado o la anotación y de la tendencia mental a la divagación en los medios audiovisuales determinan una peor concentración y asimilación de los contenidos en comparación con los entornos más tradicionales. La optimización de estos medios pasaría por su empleo combinado con otros más tradicionales como la toma de notas, elaboraciones de síntesis, palabras clave, etc., que sirvan de anclaje de unos contenidos por su naturaleza más volátiles.
La introducción de un capítulo destinado a la evaluación de audios y videos en una obra sobre lectura da fe del cambio que está produciendo entre un entorno presidido durante siglos por el texto y el medio impreso a otro en el que estos, siendo todavía prevalentes, tienen que convivir con otros sistemas que, sobre todo en el caso de la lectura recreativa, van cobrando cada día más importancia. Una muestra de ello es que en los informes que todos los países elaboran sobre la evolución de las prácticas de lectura (en España, Hábitos de lectura y compra de libros, elaborado por la Federación de Gremios de Editores y el Ministerio de Cultura), se hayan introducido epígrafes dedicados al consumo de audiolibros y otros formatos similares como los pódcasts. La industria editorial que se había renovado con la ampliación de los libros digitales, ha contemplado cómo estos últimos años los audiolibros han irrumpido con mucha fuerza en el mercado, siendo consumidos por un número creciente de personas. Es cierto que el fenómeno afecta principalmente a la literatura y a la ficción, pero su influencia está extendiendo su cobertura hacia el ámbito educativo, con un nivel de incidencia todavía inapreciable pero con tendencia al crecimiento, como expone Baron.
La parte final de la obra tiene un carácter prospectivo, de mirada hacia el futuro. Se trata de un ejercicio voluntarista y presidido por la incertidumbre, pues la investigadora trabaja sobre datos y experiencias y no sobre previsiones en un terreno tan variable e inconsistente como el de los desarrollos tecnológicos, en el que de los cientos de iniciativas que surgen solo acaban concretándose unas pocas. En realidad, Baron, lejos de hacer predicciones imposible de contrastar, recurre a la tradición y al sentido común, propiciando el desarrollo de estrategias que aprovechen lo mejor de los medios impresos y digitales, postulando la articulación de sistemas de alfabetización doble (impreso-digital), favoreciendo las iniciativas que reproducen lo mejor de las funcionalidades impresas en el entorno digital y, sobre todo, estimulando las prácticas digitales en el contexto educativo, conduciendo a los alumnos a un uso razonable y equilibrado de los medios disponibles.
En definitiva, la obra de Baron realiza una descripción ponderada y crítica de los entornos impresos y digitales desde un punto de vista educativo, incidiendo en aquellos factores de mejora que entrañan cada uno de ellos. Una de sus principales aportaciones es la introducción del análisis del audio y el video como formas de lectura complementarias que van cobrando una importancia cada vez mayor a medida que se van extendiendo las plataformas para su uso, e incrementándose las prestaciones ofertadas. Se trata de una buena radiografía de la lectura en la actualidad, en la que lo impreso sigue contando con el favor de la mayoría de la población y de los estudiantes, pero en la que no se puede soslayar el papel central que empiezan a jugar otros soportes y, por lo tanto, la necesidad de promover programas de formación que alienten un aprovechamiento eficaz de estos.
José Antonio Cordón
Universidad de Salamanca. Instituto de Estudios Medievales, Renacentistas y de Humanidades Digitales
[1]Esta obra fue reseñada en este blog en su día. (N. de la R.)
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