Lourenço, António Apolinário. Portugal y su literatura, del Siglo de Oro a la Edad de Plata. Madrid: La Umbría y La Solana; Cáceres: Universidad de Extremadura, 2021. 219 p. (Colección ibérica; 26). ISBN 978-84-123512-1-7. 12 €.
António Apolinário Lourenço es profesor titular en la Universidad de Coímbra y uno de los más importantes rostros del hispanismo en Portugal. Los estudios comparatistas están presentes a menudo en sus trabajos, en particular entre las literaturas de España y de Portugal a lo largo de los siglos, como pasa una vez más en su reciente Portugal y su literatura, del Siglo de Oro a la Edad de Plata, publicado en 2021 por La Umbría y la Solana y la Universidad de Extremadura. A pesar del título elegido para la portada, la obra trata tanto de literatura portuguesa como de literatura española en un diálogo permanente entre los dos universos peninsulares con verdadera maestría, claridad y un hondo conocimiento sobre la literatura, la crítica literaria, las culturas, las lenguas, las sociedades y la política que, lejos de fastidiar o cansar al lector, lo cautiva sabiamente y lo lleva de la mano en un viaje estimulante a lugares y saberes no sospechados. La lectura del libro se hace, sin duda, con entusiasmo.
En la «Introducción», António Apolinário Lourenço aclara que la nomenclatura «Siglo de Oro» y «Edad de Plata» del título y de la estructura interna es una adopción de conceptos españoles abogando que pueden ser aplicados al conjunto de las literaturas del territorio de la antigua Hispania, aunque no coincida con la definición de los conceptos con más circulación. Esta actitud inteligentemente crítica y a la vez creativa y docta marca presencia en los diez capítulos del libro, en un recorrido por textos de Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Francisco Manuel de Melo, Júlio Dinis, Eça de Queirós, Clarín, Emilia Pardo Bazán, José María de Pereda, Marcelino Menéndez Pelayo, José Espronceda, Fernando Pessoa y Mário de Sá-Carneiro. Además dialoga con estudios y artículos anteriormente publicados de críticos y académicos de diversas épocas –como Maria Idalina Resina Rodrigues, Fidelino de Figueiredo, Ana Isabel Carvalhão Buescu o Ana Cabrera– en un importantísimo trabajo no sólo de comprensión de autores y obras concretas, sino de su diferente significación a lo largo del tiempo, para el público contemporáneo de los textos y los públicos posteriores, en diferentes países y entornos y, por ello, con percepciones, interpretaciones e impactos diferentes. Por ejemplo, sería conveniente a la corte española de la monarquía dual promover las características comportamentales que correspondían al estereotipo del portugués y atribuidas a un personaje de El alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca. Además, sería importante registrar la presencia de portugueses para combatir en los ejércitos filipinos en las luchas por el trono de Portugal.
Ya mucho se ha escrito sobre las obras tratadas en el libro y aun así António Apolinário Lourenço aporta innovadores, pertinentes, interesantes e iluminadores acercamientos con conclusiones a veces sorprendentes, gracias al enorme cruce de apuntes políticos, sociales y culturales de diferentes períodos y espacios, como las referencias a Fernando Pessoa a propósito de la censura a obras de teatro españolas en la televisión portuguesa durante la dictadura de Salazar y Marcelo Caetano. O la interpretación de Apolinário Lorenço de las razones de la doble censura (al menos doble…) de Las quinas de Portugal de Tirso de Molina: primero la no publicación de la obra en vida de Tirso (y el olvido de la comedia); después la prohibición de la puesta en escena por el sistema censorio portugués a mediados del siglo XX. Los muy diversos trasfondos históricos de las épocas y espacios explican este y otros casos: por una parte, el tema de la obra «servía mucho mejor a los objetivos de los restauracionistas lusos que a los de la monarquía española» (p. 66); por otra, los agentes de censura portugueses no tenían formación suficiente para comprender la estética barroca o el código genealógico de la comedia española del Siglo de Oro, por ello no distinguían los discursos de los personajes serios del discurso burlesco, además de mantener su «irreprimible desconfianza hacia un escritor español que, al parecer, escribía textos simpáticos sobre la nación portuguesa» (p. 76).
Quizás uno de los puntos con más interés es la forma cómo los intereses geoestratégicos de la corona de España sobre los territorios portugueses influyeron en los bocetos de figuras portuguesas, como es el caso del rey D. João II. Lope de Vega presenta primero una visión negativa del monarca y después una muy positiva, como un líder modelo. Apolinário Lourenço explica que hubo «necesidad de limpiar la imagen del rey portugués debido a una más que probable mala acogida de la “tragedia” en Portugal» (p. 32), porque «una polémica que pudiera exaltar el nacionalismo portugués no dejaría de perjudicar la pretensión de constituir en la Península un estado mucho más unitario que la existente “monarquía dual”» (p. 32).
Portugal y su literatura, del Siglo de Oro a la Edad de Plata es un libro, sin duda, para disfrutar y profundizar el conocimiento de las fuertes conexiones entre las varias partes de la Península Ibérica.
Isabel Araújo Branco
CHAM — Centro de Humanidades, Universidade NOVA de Lisboa
Afegeix un nou comentari