Pena, Xosé Ramón. Historia da literatura galega IV: de 1936 a 1975: a «longa noite». Vigo: Xerais, 2019. 541 p. ISBN 978-84-9121-481-6. 25 €.
En una entrevista al Faro de Vigo, el autor de este volumen sobre la historia de la literatura gallega manifiesta que se tiende a idealizar el período anterior a la guerra pensando que había una normalización de lo gallego. En cambio, dice, había un progreso de Galicia dentro del país que se truncó completamente, pero no había una situación de normalización. A principios del siglo XX hubo un gran avance con las Irmandades da Fala. Consiguieron avanzar en ciertos símbolos que todavía exiten en la actualidad: la bandera, el himno, la Academia, la aparición del galleguismo en la prensa y de algunas empresas de referencia. Todo esto desaparece en el 36 drásticamente.
El subtítulo del libro, «A longa noite» hace referencia a uno de los poemas más sentidos y sencillos de la literatura gallega escrita desde un calabozo por Celso Emilio Ferreiro:
O teito é de pedra.
De pedra son os muros
i as tebras.
De pedra o chan
i as reixas.
As portas,
as cadeas,
o aire,
as fenestras,
as olladas,
son de pedra.
Os corazóns dos homes
que ao lonxe espreitan,
feitos están
tamén
de pedra.
I eu, morrendo
nesta longa noite
de pedra.
(El techo es de piedra / De piedra son los muros / y las tinieblas.
De piedra el suelo / y las rejas.
Las puertas, / las cadenas, / el aire, / las ventanas, / las miradas, / son de piedra.
Los corazones de los hombres / que a lo lejos acechan, / hechos están / también/ de pedra. / Y yo muriendo / en esta larga noche / de piedra.)
Recuerdo el impacto que causó en mí este poema en primero de bachillerato. Tan nítido y desesperanzado, que emociona. La poesía y antipoesía de Celso Emilio Ferreiro es una referencia en este período.
Nacido en el seno de una familia acomodada de Celanova siempre recordará su villa natal como su «patria primordial», de donde surge su concepto del mundo.
Al estallar la guerra, Celso Emilio regresaba a Celanova tras una juventud comprometida con los movimientos políticos de la izquierda nacionalista. Temiendo represalias, se alista en las filas del ejército rebelde. Obtiene un permiso para ver a su madre aquejada de una enfermedad. Al ver su mejoría celebra la buena nueva y deja caer algunos comentarios pro-republicanos que hacen que sea delatado y detenido. De esta experiencia surgirá el poema «Longa noite de pedra».
En el presente volumen, Xosé Ramón Pena hace un análisis en profundidad de la posguerra hasta la caída del régimen en 1975. Su investigación da a entender que la labor de los autores en el exilio fue fundamental hasta los años cincuenta. En esa época la dictadura trata de mostrar una cara amable y el papel del exilio comienza a decaer. Cuando se publican A esmorga, de Blanco Amor, y Memorias de un neno labrego, de Neira Vilas, se escriben y editan en el extranjero pero su proyección ya es en Galicia.
Menciona el autor que la editorial Galaxia marca un antes y un después en la literatura gallega. El fundador Ramón Piñeiro entiende que el régimen va a durar mucho y que la lucha debe ser a través de lo cultural. Por ese motivo se alinea con un europeísmo, un galleguismo en vez de nacionalismo huyendo del marxismo, la URSS, el republicanismo y el laicismo. Para que su proyecto se lleve a cabo trata de acercar a escritores que antes del 1936 fuesen galleguistas manifiestos como Filgueira Valverde, Vicente Risco, Cunqueiro, Carballo Calero y Fernández del Riego. Con todos hace una relectura de la historia de la literatura galega.
Es una lástima que Valle-Inclán, Cela y Torrente Ballester no se incluyan en el volumen por ser autores que escribieron en castellano. Aún así, el autor menciona que las temáticas y el acento es más que obvio que pertenece a la idiosincrasia gallega.
Las obras que se pueden considerar transcendentales en la historia de la literatura gallega del 1936 al 1975 son A esmorga, de Blanco Amor, la trilogía de los relatos gallegos de Cunqueiro: Escola de menciñeiros, Xente de aquí e de acolá y Os outros feirantes, y Memorias dun neno labrego, de Neira Vilas.
A modo de breve biografía, os acerco algunos datos vitales de estos geniales autores gallegos que aparecen en el volumen.
Álvaro Cunqueiro es un destacado caso de adaptación a las circunstancias de este período. Don Álvaro hacía del «no se sabe si sube o si baja» un arte, pasando de ser miembro del Partido Galeguista a falangista, puede que por su manifiesto antimarxismo o por oportunismo, o por las dos cosas. El caso es que desarrollará una exitosa carrera como periodista y escritor llegando a ganar el Premio Nadal y a ser redactor en el ABC de Madrid y director del Faro de Vigo.
Eduardo Blanco Amor, que emigra desde muy joven a Argentina, también desarrolla una labor periodística en La Nación, uno de los diarios más prestigiosos en lengua castellana. En 1933 regresa a Orense y conoce a Federico García Lorca con quien se reencuentra en Granada, dando su relación pie a controversias. En 1959 aparece en Buenos Aires la primera edición de A esmorga, su obra cumbre.
Xosé Neira Vilas nace en Vila de Cruces y se dedica a la contabilidad. Siempre aficionado a la lectura, emigra en 1949 a Argentina. Allí entra en contacto con el Centro Galego y la intelectualidad exiliada. Este es su despertar a la realidad gallega. En 1957 contrae matrimonio con Anisia Miranda y ambos fundan la editorial Follas Novas, promotora del libro y de la cultura gallega. En 1961 publica Memorias de un neno labrego.
Como en una ocasión me dijo, entre la sorna y la melancolía, el cantautor gallego Miro Casabella «se tocaba mejor contra Franco».
Federico Alejandro Rioboo Fondo
De la 7.ª promoción de la Escola de Llibreria
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