Per nuvibo |
Eagleton, Terry. Cómo leer literatura. Trad., Albert Vitó i Godina. Barcelona: Península, 2017. 242 p. (Austral; 926). ISBN 978-84-9942-576-4. 8,95 € en paper, 8,49 € llibre electrònic.
La crítica literaria es una disciplina en la que muchas personas no especializadas, por diversas razones, prefieren no adentrarse. Ya sea por su complejidad percibida o por el miedo a enfrentarse a opiniones sofisticadas (o no) que haga cuestionarnos sobre la calidad de lo que tomamos por buenas lecturas. ¿Qué valor tiene lo literario? O, más importante aún, ¿cómo se define ese valor? ¿Es posible que historias escritas siglos antes sean hoy día igual de vigentes y capaces de conservar su peso estético a pesar de los cambios por los que ha pasado el lenguaje?
Aunque su título es un poco engañoso, Cómo leer literatura (Península, 2017) insinúa algunas respuestas. La diferencia entre un texto «literario» y otro más bien común, según Terry Eagleton (Salford, Inglaterra, 1943), está en la interpretación de lo que se dice en función de la manera cómo se dice. En otras palabras, el buen lenguaje utilizado para contar una historia forma parte de la historia y no es, como se pensaría, solo el mejor vehículo para contarla. Paralelos de intención podrían encontrarse también en el cine.
Para explicar mejor esto, Terry Eagleton abre con un análisis completo, diríamos que exhaustivo, del primer párrafo de Pasaje a la India, de E. M. Forster. Apunta al equilibrio de las palabras con la información que se le da al lector, contrasta la aparente forma tan casual con la que el texto fluye con la verdadera estructura, controlada e intencionada, de su autor. Son observaciones como estas las que ejemplifican el formato del ensayo; se toman fragmentos de novelas y cuentos que luego pasan a ser diseccionados para ilustrar las ideas.
El libro está dividido en cinco partes: comienzos, personaje, narrativa, interpretación y valor, todos ellos bien surtidos de observaciones no solo literarias, sino también filosóficas e incluso cómicas, como por ejemplo que Otelo es un personaje plenamente consciente de estar hablando en jerga Shakespeareana, o que Dostoyevsky es mejor novelista que John Grisham de igual manera que Tiger Woods es mejor golfista que Lady Gaga. Son este tipo de guiños los que hacen que su lectura sea relajada y algo más divertida de lo que, basándonos únicamente en estereotipos, el lector convencional pensaría que es un libro más sobre crítica literaria.
Desde luego, podría creerse que un cierto nivel de cultura lectora es necesario para apreciar por completo lo que el autor nos dice cuando lo dice. O, en su defecto, que necesitamos de un conocimiento general de los escritores canónicos para tener un mapa, si al menos inconcluso, de los territorios por los que él navega. Y aunque es cierto que tal conocimiento cultural nunca le ha hecho daño a nadie, también es falso asumir que su ausencia sería un obstáculo para disfrutar de esta lectura. No es necesario haber devorado todas las obras clave de la tradición occidental para sacar valor de las observaciones que aquí se encuentran, pues el libro puede verse no solo como un manual de crítica, sino también de estilo para futuros escritores. Cuentistas, novelistas, poetas, incluso guionistas de teatro y cine, pueden sacar provecho de las observaciones de Terry Eagleton.
De ahí, pues, lo engañoso de su título. El autor no toma al lector del hombro para apuntarle el camino. Aquí no se enseña a leer a nadie que no lo sepa ya. Se da por sentado que esta habilidad clave ya se tiene. Lo que él busca es abrir un poco más el panorama hacia lo que constituye, según ciertos criterios, la buena literatura.
El acantilado, como en todo aquello que no sea una ciencia exacta, se encuentra en juzgar qué tanto hay de subjetivo versus objetivo en semejantes aseveraciones. Habiendo absorbido la información que se nos ha dado, aún queda la gran duda: ¿Qué es la buena literatura? La última parte del ensayo, «Valor», es por lo tanto la más interesante, aunque no por eso deja de ser un ejercicio en opinión. Una opinión docta y muy bien fundamentada, pero, a fin de cuentas, opinión. No hay que olvidar que, incluso en ciencias, no todo está por siempre cincelado en piedra o escrito en las estrellas.
Para quienes se sientan intimidados por la seriedad de la crítica literaria, pero tengan curiosidad por comenzar en algún sitio, este ensayo será divertido, además de accesible. Uno por el que se asoman lo filosófico y el psicoanálisis, la alta cultura y lo pop, todo traído al castellano con una traducción sin costuras de Albert Vitó. Otros títulos de Terry Eagleton, a cargo de la misma editorial, son Materialismo, Por qué Marx tenía razón, y El acontecimiento de la literatura. Habrá que leerlos para comprobar si son igual de amenos que este.
Antonio Tamez-Elizondo
De la 6.ª promoción de la Escola de Llibreria
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